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Capitán América: el primer vengador, cine, Marvel, MisterIdea
Si la semana pasada mirábamos al cielo con la adaptación de Linterna verde, en esta nos pasamos a la competencia de la mano del Capitán América: el primer vengador. Toda una grata sorpresa que sale con vida de la cruenta guerra cinematográfica en la que están inmersos DC Comics y Marvel.
Joe Johnston es el encargado de indagar entre los orígenes de «La casa de las ideas» con este esperado film que, además de una labrada historia, contiene claras referencias a Iron man, Thor y algún que otro guiño a Los cuatro fantásticos. Todo ello con el objetivo de unir cabos alrededor de las anteriores adaptaciones y, a buen seguro, de futuras secuelas. Y es que Capitán América: el primer vengador es la última escala antes del megaproyecto coral de Los vengadores.
Así, dentro de un contexto histórico y mediante un desarrollo circular enmarcado en un extenso flashback, el film se traslada hasta la Segunda Guerra Mundial para mostrar la lucha entre el supersoldado Steve Rogers y el malvado nazi Red Skull, quien trata de camuflarse disfrazándose de Hugo Weaving. Por cierto, muy bien el australiano. Como siempre.
El encargado de portar el escudo estrellado es Chris Evans, quien obvia de esta forma su pasado como la Antorcha humana en las dos infames partes de Los cuatro fantásticos. Evans completa un trabajo bastante serio aunque un poco soseras al lado de la bella Hayley Atwell con la que mantendrá un agridulce romance con el que ofrecer la faceta sentimental al argumento. Entre otros, el reparto lo completan un estupendo Stanley Tucci y un Tommy Lee Jones que vuelve a encasillarse en el papel de rudo veterano de guerra.
Mientras tanto, Johnston dota a la película de una estética añeja al mismo tiempo que profundizaba en el interior de uno de los héroes patrios estadounidenses por naturaleza. Lo mejor, sin duda, es su primera mitad. Una mezcla entre viejas películas bélicas y de aventuras junto con el descubrimiento de un héroe que aún está por llegar. Magnífica la recreación del Capitán América como un mero utensilio propagandístico.
Sin embargo, su segunda parte es pura rutina: más acción y menos argumento de la mano de una estética retrofuturista un tanto chocante. Aunque al menos, su nivel de patriotismo es mucho más bajo (¡gracias a Dios!) de lo que se cabía esperar.
En definitiva, una buena película de superhéroes que se revaloriza mucho más después de ver Linterna verde. Un consejo: aguanten hasta el final de los créditos para disfrutar de una nueva sorpresa en forma de teaser trailer.